Iglesia Mormona
Grand Blanc, Michigan. — La tranquilidad de la localidad de Grand Blanc, al norte de Detroit, se vio interrumpida este domingo cuando un ataque armado y un incendio en un templo de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días dejaron al menos cuatro personas muertas y varios heridos.
El agresor, identificado como Thomas Jacob Sanford, de 40 años, estrelló su vehículo contra la iglesia ubicada en McCandlish Road antes de descender y abrir fuego contra los asistentes al servicio dominical. Posteriormente, las autoridades confirmaron que el atacante fue abatido en la escena y que el incendio, presuntamente provocado por él, fue finalmente controlado.
De acuerdo con la policía local, las llamas alcanzaron la quinta alarma y provocaron el colapso parcial de la estructura, lo que obligó a equipos de bomberos y rescatistas a trabajar bajo condiciones críticas. Varias víctimas habrían quedado atrapadas dentro del edificio en medio de la propagación del fuego.
La iglesia, rodeada de un área residencial y próxima a otro templo cristiano, se encontraba en plena actividad dominical entre las 10:00 a.m. y la 1:00 p.m., lo que incrementó el número de personas expuestas al ataque.
El oficial William Renye explicó que se habilitaron centros de reunificación para familiares en el pabellón norte y en el teatro Trillium en Holly y McCandlish. Asimismo, se solicitó a la comunidad evitar la zona para facilitar las labores de emergencia.
El ataque provocó consternación nacional. Personalidades políticas, entre ellas el representante John James, expresaron solidaridad con las víctimas y sus familiares.
Por su parte, el presidente Donald Trump condenó el hecho a través de Truth Social: “El sospechoso está muerto, pero aún hay mucho por saber. Este parece ser otro ataque dirigido contra los cristianos de Estados Unidos”.
El tiroteo se produce un día después del fallecimiento de Russell M. Nelson, presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, a los 101 años de edad en Salt Lake City. Nelson lideró un período de profundas reformas internas y expansión internacional de la institución religiosa.
Grand Blanc, con una población aproximada de 8.000 habitantes, enfrenta ahora un escenario de luto y conmoción. La investigación continúa mientras las autoridades no descartan la posibilidad de hallar más víctimas entre los escombros del templo incendiado.