Trafico de armas
Una investigación internacional reveló que militares colombianos desviaban armamento a grupos criminales y utilizaban rutas de contrabando que incluían República Dominicana, además de Venezuela, Costa Rica y Estados Unidos.
La Policía, la Fiscalía y la Contrainteligencia Militar de Colombia descubrieron que un grupo de uniformados con acceso a depósitos de municiones vendía armas a organizaciones armadas ilegales. Los compradores incluían a los Pachenca, el ELN y disidencias de las Farc, quienes han logrado proyectar sus operaciones más allá de las fronteras colombianas.
Alias el Veterano, capturado recientemente, fue uno de los enlaces clave que estableció contactos en República Dominicana para el transporte de armas y cocaína. Las embarcaciones que salían de Colombia hacia el Caribe llevaban droga y regresaban con fusiles y municiones, confirmando la doble vía de la operación criminal.
En abril, la red ejecutó una transacción en altamar de gran magnitud: diez fusiles Barrett fueron cambiados por media tonelada de cocaína, operación que evidenció la fuerza de la alianza entre militares corruptos y mafias regionales.
Entre los principales implicados está el soldado Rendón, alias el Viejo o Pinocho, con más de 15 años en el Ejército colombiano.
Se le acusa de vender cartuchos calibre 5.56 a 10.000 pesos colombianos cada uno (unos 2.5 dólares) y de usar su rango para sobornar a superiores, obteniendo permisos que facilitaban la entrega de municiones.
El arsenal en poder de los grupos ilegales incluía fusiles R-15, pistolas Five Seven “matapolicías”, AK-47, Bushmaster y Barrett.
Parte de este material provenía del Ejército colombiano, mientras que otra parte llegaba desde Venezuela, país que moderniza sus armas y desvía fusiles antiguos hacia redes de contrabando.
Las pesquisas revelaron movimientos financieros irregulares en las cuentas de Rendón y familiares, con 2,000 millones de pesos colombianos (unos 500,000 dólares) en transferencias y 400 millones de pesos colombianos (unos 100,000 dólares) en operaciones de su suegra en apenas cuatro meses.
Estos montos no corresponden a ingresos militares, lo que refuerza la hipótesis de un esquema de lavado de dinero.
La investigación forma parte de la operación Ware, que dejó 23 capturados en total. Entre ellos figura alias Mecánico, experto en mantenimiento de armas, responsable de garantizar que el arsenal estuviera siempre listo para las mafias.
Las autoridades analizan además si el dinero ilícito se movía mediante hoteles, billares y empresas de transporte, ampliando la red de complicidades.