Juan López
Por: Juan López
La presente legislatura de
nuestro costoso Congreso Nacional cerrará, el próximo miércoles 26 de julio, a
menos que el presidente Abinader decida prorrogarla para conocer determinados
proyectos que sean de particular interés de su gobierno.
Mientras tanto, el proyecto
del Código Penal, quedará nuevamente archivado quizás para “cuando las gallinas
orinen”; a pesar de las reiteradas promesas del presidente Abinader y de los
presidentes de las Cámaras de Diputados y del Senado, quienes por separado y
diferentes ocasiones, afirmaron que “en la presente legislatura el Código Penal
será, definitivamente, aprobado”.
Para ellos (Abinader,
Pacheco y Estrella) las reiteradas y múltiples actividades de diferentes
sectores de la sociedad dominicana demandando la aprobación del Código Penal no
les importa porque esas actividades “tienen menos valor que una mota”.
Inclusive, el presidente
Abinader prometió, el 18 de agosto de 2021, en su auto confeso afán de ser
recordado como “el presidente reformador”, que la aprobación del
Código Penal se materializaba en la legislatura recién iniciada (16 de agosto
de 2021), razón por las que lo incluyó entre los 12 diferentes proyectos de
reformas para buscar el consenso a través del Consejo Económico y Social.
Pero los meses y años pasan
y pasan. Se cierra y abre una y otra legislatura y el Código Penal sigue
penando en los archivos del Congreso.
Por eso es válido recordar
estas informaciones: El actual Código Penal tiene más de un siglo (139 años,
fue aprobado en 1884). Durante 26 años (desde 1997) y en seis diferentes
Congresos Nacionales han fracasado los esfuerzos por su actualización y
adecuación a los cambios jurídicos, sociales y culturales de nuestro país y los
avances de las ciencias y las tecnologías.
Todo lo contrario acontece
con el aumento de las deudas que contrae este gobierno. Con
frecuencias, en las sesiones de ambas cámaras,
las mayorías mecánicas en manos del gobierno del PRM-Abinader,
aprueba con agilidad y muchísimas facilidades una pila de onerosos
préstamos que muchas veces son destinados para proyectos triviales.
Los hechos demuestran que,
para el presidente Abinander y su Congreso, en la aprobación de préstamos por
miles de millones de dólares se actúa con la agilidad y velocidad de una
liebre; mientras que para la aprobación de importantes y necesarios
proyectos nacionales, como sucede con el Código Penal, se camina igual o peor a
la lentitud de una tortura o “de un suero de miel de abeja”.
Al reflexionar sobre esa
lamentable dualidad: Alta velocidad para los préstamos y extremada lentitud
para la aprobación de importantes proyectos de leyes, volvemos a preguntar al
presidente Abinader y a su Congreso ¿El Código Penal, pa’ cuando?
23 de julio de 2023.