Starship
El cohete más grande jamás construido, la nave Starship de la empresa estadounidense SpaceX, despegó este martes en lo que fue su décimo vuelo de prueba, tras superar una serie de fallos técnicos y explosivos que habían puesto en duda la viabilidad del proyecto.
El lanzamiento, realizado junto al propulsor Super Heavy, fue el tercer intento de la misión, después de que el despegue del domingo se cancelara por problemas en tierra y el del lunes por condiciones meteorológicas adversas.
El año 2025 ha sido particularmente difícil para SpaceX. En enero y marzo, dos vuelos de prueba terminaron en explosiones cerca de islas habitadas al este de Florida, arrojando escombros en las Islas Turcas y Caicos y en las Bahamas. En mayo, un nuevo intento mostró mejoras, pero la nave perdió el control en pleno descenso y el propulsor Super Heavy se destruyó en el golfo de México.
A estos incidentes se sumó una explosión en tierra en junio, que llevó a nuevas investigaciones de reguladores federales. A pesar de estos reveses, SpaceX mantiene su enfoque de aprendizaje acelerado, defendiendo que incluso los fracasos permiten mejorar el diseño de la nave más rápido que con métodos tradicionales.
En esta ocasión, los resultados fueron distintos. La Starship amerizó con precisión en el océano Índico aproximadamente una hora después del despegue, mientras que el propulsor Super Heavy logró un descenso controlado en aguas del golfo de México, al este de Texas. “Felicitaciones a todos nuestros compañeros aquí en SpaceX, ha sido todo un año”, celebró Dan Huot, portavoz de la compañía, destacando que no se registraba un vuelo tan limpio desde 2024.
Este éxito llega en un momento clave, ya que se espera que esta sea una de las últimas misiones con la actual generación de Starship y Super Heavy, antes de que SpaceX presente un prototipo aún más grande en 2026.
Durante la misión, SpaceX probó también un nuevo sistema de despliegue lateral de satélites. Aunque los equipos a bordo eran simulados —representando prototipos de satélites Starlink—, la compañía demostró que la compuerta lateral de Starship puede expulsar cargas útiles, un paso esencial para su futuro papel en misiones comerciales y científicas.
El proyecto Starship es considerado fundamental tanto para los planes de Elon Musk de llevar humanos a Marte como para la NASA, que lo contempla como pieza clave en su programa para regresar astronautas a la Luna en esta década.