Entre 2 Dos

La nave inflable del tamaño de un estadio de fútbol que puede llegar al espacio en 2030

Estas estructuras inflables servirán de base para la tripulación fuera de la Tierra.


Las estaciones espaciales actuales están hechas a base de pequeños y estrechos módulos alicatados hasta el techo de instrumentos científicos y aparatos que permiten a los astronautas hacer vida a 400 kilómetros de la Tierra. Pero ahora una compañía acaba de lanzar un nuevo diseño que promete dejar atrás las apreturas y ofrecer enormes volúmenes inflables tan grandes como estadios de futbol. Una superficie así permitirá, además de vivir y trabajar con más comodidad, fabricar productos, montar hoteles espaciales y celebrar eventos deportivos o conciertos en el espacio exterior. Detrás de esta idea están los ingenieros de Max Space, una empresa aeroespacial con sede en Colorado, EEUU. La estación que proponen sale desde la Tierra empaquetada herméticamente en la barriga de un cohete hasta que se despliega en el espacio. Luego se va llenando poco a poco de aire hasta convertirse en una arquitectura rígida y de alta resistencia a las condiciones extremas del espacio.

Jesús Díaz

"Es como un sistema de tres pisos en la Tierra, y toda la ingeniería no se hizo para que funcionara en el espacio, sino para reducirlo al tamaño de una taquilla, porque no había espacio suficiente", explica el cofundador de Max Space, Aaron Kemmer, a Space.com en una entrevista realizada durante el congreso espacial celebrado en The Broadmoor, Colorado Springs. Kemmer aseguró que el plan de la compañía es lanzar sus módulos ampliables con uno de los cohetes de SpaceX en 2026. Esa misión enviará a órbita un módulo de prueba del tamaño de dos maletas grandes que, una vez desplegadas, se expandirán hasta alcanzar un volumen presurizado de 20 m³.

Pueden llegar hasta los 10.000 m³

Max Space asegura que su diseño puede tener la masa más baja en comparación con otras arquitecturas similares. El sistema consta de módulos expandibles de aluminio, titanio y estructuras compuestas.

Su tamaño puede variar. Sus primeras propuestas van de los 20 m³ a los 100 m³ —por debajo de los casi mil que tiene la Estación Espacial Internacional (EEI)— pero la compañía asegura que podrán llegar hasta los 10.000 m³ para 2030. Su diseño, dicen, es escalable y se adapta fácilmente tanto a las características de la órbita terrestre como al espacio cislunar (el espacio que hay entre la Tierra y nuestro satélite natural), la Luna o Marte. Además, su coste es muy reducido. Según el equipo, la construcción del módulo de actividad ampliable Bigelow de la Estación Espacial Internacional, que también es inflable y presurizado, llevó más de 40 vuelos y costó más de 100.000 millones de dólares. Max Space confía en poder lanzar un volumen cúbico equivalente al espacio por 200 millones de dólares, con el lanzamiento incluido. "El problema con el espacio hoy en día es que no hay suficiente espacio habitable en el espacio", explica Kemmer. "A menos que hagamos que el espacio utilizable en el espacio sea mucho menos costoso, y mucho más grande, el futuro de la humanidad en el espacio seguirá siendo limitado".

Ciudades espaciales inflables

La idea de crear una nace espacial inflable no es nueva. Ahora mismo, además del Bigelow, que lleva acoplado a la EEI desde 2016, hay dos prototipos de este tipo de módulos expandibles dando vueltas alrededor de la Tierra: la Génesis 1 y la Génesis 2, que se lanzaron en 2006 y 2007 respectivamente.

placeholderIlustración artística de un hábitat ampliable de Max Space en la Luna. (Max Space)

Ilustración artística de un hábitat ampliable de Max Space en la Luna. (Max Space)

Además, la Agencia Espacial Europea (ESA) ha creado su propio concepto de hábitats hinchables semienterrados como base para un asentamiento humano en la Luna. El lugar ideal para su emplazamiento, dice la ESA, está junto a los polos lunares en regiones de iluminación solar casi perpetua. Mientras tanto, Max Space ya ha construido un prototipo a tamaño real de la primera unidad de vuelo, la de 20 m³, que la empresa está utilizando para las pruebas en tierra. El hábitat que manden al espacio, aseguran, no contará con sistemas de soporte vital, pero tendrá el mismo blindaje y resistencia que las versiones para humanos.

El prototipo de Max Space. (Max Space)

"Mi sueño es tener una ciudad en la Luna antes de morir", dice Kemmer. "Así que veo esto como, esto va a ser el hábitat, las estructuras que van a ir dentro de los tubos de lava enterrados bajo la superficie [lunar]".