COP29
Bakú, Azerbaiyán, 25 de noviembre de 2024
En la cumbre COP29 celebrada en Bakú, Azerbaiyán, los países desarrollados acordaron aumentar su compromiso financiero para ayudar a las naciones más pobres a adaptarse a la crisis climática. El acuerdo eleva la contribución anual mínima a 300.000 millones de dólares para 2035, una cifra significativamente mayor que los 100.000 millones anuales estipulados en el acuerdo anterior, vigente hasta el próximo año.
El pacto, que ha generado reacciones divididas, establece que el financiamiento provendrá de una “amplia variedad de fuentes”, incluyendo presupuestos gubernamentales, inversiones del sector privado y posibles impuestos globales sobre industrias como la aeronáutica y marítima. Además, el acuerdo señala la necesidad de alcanzar una inversión total de 1,3 billones de dólares al año para 2035 para garantizar una transición global hacia energías limpias.
Compromiso de 300.000 millones de dólares anuales:
23 países desarrollados y la Unión Europea, responsables históricos de la mayor parte de las emisiones, deberán liderar la financiación climática.
Diversificación de fuentes:
El acuerdo incluye aportaciones de fuentes gubernamentales y privadas, así como la posibilidad de impuestos globales.
Ampliación voluntaria de contribuyentes:
Países en desarrollo con economías crecientes, como China y Arabia Saudí, podrán realizar aportaciones voluntarias.
Estados Unidos y la Unión Europea presionaron para incluir a países como China entre los donantes obligatorios, dado su estatus como segunda economía mundial y principal emisor de gases de efecto invernadero. Sin embargo, China rechazó esta propuesta, argumentando que ya realiza contribuciones bilaterales y destacando su permanencia en la lista de países en desarrollo.
Las negociaciones también evidenciaron divisiones dentro del bloque de países en desarrollo. Mientras los Países Menos Adelantados (PMA) solicitaron 220.000 millones anuales y la Alianza de los Pequeños Estados Insulares (AOSIS) pidió 39.000 millones, estas cifras no se incluyeron en el acuerdo final. En su lugar, se propuso triplicar los fondos públicos destinados a estas regiones para 2030.
La próxima cumbre climática, COP30, se celebrará en Brasil en 2025, donde se espera un informe detallado sobre cómo movilizar más recursos financieros para los países más vulnerables.
El acuerdo alcanzado en Bakú marca un avance importante en la lucha global contra el cambio climático, aunque deja varios desafíos por resolver en términos de equidad y ambición financiera.