António Guterres
Bakú, Azerbaiyán – La Cumbre del Clima COP29 ha comenzado con un fuerte mensaje del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, quien inauguró el segmento de alto nivel este martes junto al presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev. Con la presencia de alrededor de 80 líderes mundiales, la cumbre se centra en la financiación climática y la necesidad de redoblar los esfuerzos para frenar el cambio climático, en un contexto marcado por la baja participación de los líderes de las principales potencias emisoras de gases de efecto invernadero.
Un llamado global de António Guterres
En su intervención, Guterres enfatizó que la "revolución de las energías limpias ya está aquí" y que ningún gobierno, empresa o grupo puede detenerla. Sin mencionar nombres, el secretario general envió un mensaje claro que podría interpretarse como una advertencia hacia líderes escépticos, subrayando la urgencia de abandonar los combustibles fósiles y apostar por las energías renovables, que hoy son más accesibles que nunca.
Además, Guterres defendió la implementación de gravámenes a sectores contaminantes como el transporte marítimo, la aviación y la extracción de combustibles fósiles, con el fin de financiar la transición energética en los países en desarrollo. "Los contaminadores deben pagar", declaró, al tiempo que llamó a los bancos multilaterales a recapitalizarse para apoyar esta transición.
Postura de Azerbaiyán: Entre el petróleo y la transición
Por su parte, el presidente Ilham Aliyev defendió el papel de los combustibles fósiles en la economía de Azerbaiyán, calificándolos como un "regalo de Dios". Aunque Aliyev expresó su compromiso con la transición energética, abogó por un enfoque “realista” que equilibre el desarrollo económico con las metas climáticas, lo que ha generado críticas desde sectores ambientalistas.
Ausencias de peso y un panorama político incierto
La COP29 se ve marcada por la ausencia de líderes de los principales países emisores, como China, Estados Unidos, India, Rusia y Brasil. Aunque estos envían delegaciones técnicas, la falta de representación de primer nivel refleja una disminución en la atención global hacia la crisis climática en un panorama geopolítico convulso.
El posible regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos es otro tema que sobrevuela la cumbre, generando inquietud por un posible retroceso en los compromisos climáticos internacionales.
Avances y expectativas
Entre los avances destacados, se logró un acuerdo técnico sobre las normas para un futuro mercado de emisiones de carbono liderado por la ONU, un tema que llevaba una década estancado. Asimismo, el Reino Unido, representado por su primer ministro Keir Starmer, presentó un ambicioso plan para reducir sus emisiones en un 81% para 2035, estableciendo un referente para otras naciones.
El desafío de la financiación climática
La COP29 se centrará en acordar un nuevo objetivo financiero que permita a los países en desarrollo combatir el cambio climático y adaptarse a sus impactos. Guterres instó a derribar las barreras que dificultan el acceso a la financiación y recalcó que esto no debe ser visto como caridad, sino como una inversión crucial para garantizar un futuro sostenible.
Con las negociaciones en marcha, la COP29 promete ser un escenario clave para definir el rumbo de las acciones globales frente al cambio climático, aunque la falta de compromiso de algunas potencias amenaza con limitar los avances necesarios para enfrentar esta crisis.