Entre 2 Dos

Madre de joven acusado de amenaza a colegio en Moca pide clemencia en carta a primera dama

Sebastián


SANTO DOMINGO.- Joselyn Arlequín, madre del joven Sebastián Castillo Arlequín, acusado de amenazar a través de TikTok al centro educativo Educare en Moca, ha enviado una carta a la vicepresidenta Raquel Peña y la primera dama Raquel Arbaje, solicitando ayuda y comprensión para su hijo.

El juez Sandy García, de la Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente de Espaillat, dictó el pasado jueves tres meses de prisión preventiva para Sebastián, acusado de planear un «ataque armado» contra la institución educativa. El joven fue enviado al Centro de Corrección y Rehabilitación La Isleta en esa provincia.

En su carta, Joselyn hizo un llamado a la vicepresidenta, la primera dama, miembros del sistema judicial, instituciones del estado, amigos, vecinos y toda persona que escuche su súplica, pidió comprensión y clemencia para su hijo, a quien describe como un joven afectado por una depresión severa y ansiedad, condiciones certificadas por profesionales de la salud.

Expresó su temor y angustia ante la posibilidad de que su hijo no pueda sanarse y que su vida quede marcada por este momento de desesperación. Pide a las autoridades y a la sociedad que actúen con misericordia y justicia, otorgando a Sebastián la oportunidad de curarse y reconstruir su vida.

Vicepresidenta Raquel Peña, primera dama Raquel Arbaje, miembros del sistema judicial, instituciones del estado, amigos, vecinos y todo aquel que escuche el llamado de una madre desesperada.

Con el corazón en la mano y la voz temblorosa por la angustia que me embarga, me dirijo a ustedes en busca de comprensión y clemencia para uno de mis preciados tesoros, Sebastián Castillo. En esta carta, no solo les hablocomo madre desesperada, sino como el eco de su voz silenciada por la injusticia y el dolor.

Me dirijo a ustedes en busca de ayuda, apoyo y comprensión. Soy una madre con el corazón en las manos, hablandoen nombre de mi esposo, mi hija de 10 años, mis padres y, sobre todo, en nombre de mi hijo Sebastián.

Ante todo, deseo expresar mis más sinceras disculpas a la sociedad y a todos aquellos que se han visto afectados por la situación que enfrentamos. Fue un momento de insalubridad emocional lo que llevó a mi hijo a este punto. Un momento en el que sufría en silencio bajo el peso de la depresión severa y la ansiedad, condiciones que han sido diagnosticadas y certificadas por profesionales de la salud.

A ti, honorable juez, confío en tu compasión y humanidad y te suplico con el corazón en la mano que cuides de mi hijocon tu decisión. Que consideres su condición de salud mental y le brindes las condiciones necesarias para su recuperación. Les suplico que, en lugar de castigarlo, le proporcionen el apoyo y tratamiento que necesita desesperadamente. Él merece una oportunidad de rehabilitación, de sanar sus heridas emocionales y encontrar el camino hacia la recuperación. La prisión no es el lugar adecuado para él recibir la ayuda que necesita.

Siento miedo, dolor y angustia al pensar que mi hijo no pueda sanarse, que su vida quede marcada por estemomento de desesperación. La vida no regresa, y Sebastián merece una segunda oportunidad. Todos cometemos errores, y la justicia divina es perfecta en su compasión y empatía.

Él no es solo un nombre en un expediente judicial; es el latido de mi corazón, la luz de mis días oscuros. Su sonrisa, una vez radiante, ahora está eclipsada por la sombra de la desesperación. ¿Cómo puedo permanecer impasiblemientras mi hijo sufre en el abismo de la desesperación?

Les pido ayuda, compasión y empatía. Que cada uno de ustedes, con su luz y bondad, pueda extender una mano hacia mi hijo y hacia nuestra familia en este momento de necesidad. No nos abandonen, que la justicia se mezcle con la misericordia y que la decisión final refleje no solo la ley, sino también el amor y la esperanza en la capacidad de sanar y redimirse.

Les ruego que actúen con misericordia y justicia. Mi hijo merece una oportunidad de curarse y reconstruir su vida. Por favor, no lo abandonen en su momento de necesidad.